A veces, sólo a veces,
cuando la realidad que me envuelve
me ahoga hasta asfixiarme,
me gustaría ser una de esas muñecas rotas
varada en el ayer
de un tiempo sin memoria...
Y vagar entre las sombras
del silencio adormecido,
donde los recuerdos no revienten las entrañas,
sin sentir el eterno mordisco del presente
y sin calendario fijo
donde seguir tachando
los interminables días
de un futuro incierto.
A veces, sólo a veces...
cuando el vacío se encadena entre las vísceras
y las ausencias toman forma
en la incorregible memoria del pasado,
quisiera perderme entre las sombras
del absurdo sin retorno,
y volar con las gaviotas
hasta olvidar el camino de vuelta.
Y saltar a la comba
en el espacio perdido
entre el infinito y la nada,
abrazando el silencio maldito,
reduciéndolo a la más pura esencia,
desgranando el sentimiento
hasta sentir sólo
que no siento.
cuando la realidad que me envuelve
me ahoga hasta asfixiarme,
me gustaría ser una de esas muñecas rotas
varada en el ayer
de un tiempo sin memoria...
Y vagar entre las sombras
del silencio adormecido,
donde los recuerdos no revienten las entrañas,
sin sentir el eterno mordisco del presente
y sin calendario fijo
donde seguir tachando
los interminables días
de un futuro incierto.
A veces, sólo a veces...
cuando el vacío se encadena entre las vísceras
y las ausencias toman forma
en la incorregible memoria del pasado,
quisiera perderme entre las sombras
del absurdo sin retorno,
y volar con las gaviotas
hasta olvidar el camino de vuelta.
Y saltar a la comba
en el espacio perdido
entre el infinito y la nada,
abrazando el silencio maldito,
reduciéndolo a la más pura esencia,
desgranando el sentimiento
hasta sentir sólo
que no siento.
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