Carcelero del Silencio

Yo no sé cantarle a la luna
si no cantas conmigo,
si tu voz no me arrulla
en cada estrofa.
Y me pierdo entre el sonoro bullicio
del silencio que me aturde,
con el alma cargada de tristeza
y el mañana vacío de esperanza.
Y me pierdo en las estrofas
de tu palabra ausente,
en los versos vacíos
de tu poema mudo,
en este cruel destierro
al que me has condenado
sin más explicaciones que tu ausencia,
en el silencio vacío de la noche,
perdida entre recuerdos de añoranza,
buscándote en las sombras del pasado,
sin rumbo, sin amparo y sin cobijo
en un camino olvidado
que es tristeza.
Te añoro en cada tramo de la Tierra,
en cada grano que late contenido
demandando la Lluvia de otro tiempo.
Me condenso cual nube acorazada
contrayendo con fuerza cada gota
para no derramarme en el vacío
de una Tierra que ya no me reclama.
Y el cielo y las estrellas son testigos
del grito que me ahoga y me acongoja
sumida en la memoria del recuerdo
mientras me muero un poco más por dentro.