Se pierde la noche entre tinieblas,
se suicida el verbo en pasado y en presente
y sucumbe el tiempo en todos los relojes.
Se detienen las danzas que danzaban,
la Luna se oculta entre las nubes,
se asesinan los sueños imposibles,
se guarda bajo tierra la esperanza
mientras el último ateo
conjura con los dioses del averno
por la salvación final del reo ausente...
Se apagan todas las hogueras
y se desprende del cielo
la última estrella que brillaba
al compás de un silencio
que hiela hasta el aliento.
Es el juicio final de la conciencia...
¡Recemos un credo por los vivos,
que los muertos ya duermen
en santa sepultura...!
se suicida el verbo en pasado y en presente
y sucumbe el tiempo en todos los relojes.
Se detienen las danzas que danzaban,
la Luna se oculta entre las nubes,
se asesinan los sueños imposibles,
se guarda bajo tierra la esperanza
mientras el último ateo
conjura con los dioses del averno
por la salvación final del reo ausente...
Se apagan todas las hogueras
y se desprende del cielo
la última estrella que brillaba
al compás de un silencio
que hiela hasta el aliento.
Es el juicio final de la conciencia...
¡Recemos un credo por los vivos,
que los muertos ya duermen
en santa sepultura...!
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