En el eco del silencio
donde duermen las palabras
hay mil estrofas que pujan
por salir desordenadas.
Pasión del verso en cadena,
delirios de noches largas,
tormento, dolor y pena,
pergaminos de añoranza
entre cantos de sirena
y retazos de templanza.
Esencia de voz sin timbre,
telaraña de nostalgias
donde anidan las tristezas
cuando quiere hablar el alma.
Metáforas suspendidas
vuelan cual palomas blancas
hasta encontrar el fonema
de la rima que le aguarda.
Hipérbole, sinalefa,
hiatos y diptongos saltan
bailando sobre el poema
entre símiles y anáforas.
Cuarteto, copla y quintilla,
romance, silva y estancia,
soneto, décima y lira
brincan al son de una danza
con tercetos y sextillas
que lo adornan y lo ensalzan.
Y el poeta, cautivado,
sigue hilvanando palabras
de ese verso que no sale,
de esa rima que se atasca,
del sinónimo maldito
que no está cuando hace falta.
Él es la herencia sagrada,
es la traducción del alma,
del verso que libre vuela
en alas de la añoranza.
Sigue escribiendo, poeta,
no des a tu pluma pausa,
porque tú eres la bandera
que enarbola la esperanza...
¡Sigue escribiendo, poeta,
danzando con las palabras!
donde duermen las palabras
hay mil estrofas que pujan
por salir desordenadas.
Pasión del verso en cadena,
delirios de noches largas,
tormento, dolor y pena,
pergaminos de añoranza
entre cantos de sirena
y retazos de templanza.
Esencia de voz sin timbre,
telaraña de nostalgias
donde anidan las tristezas
cuando quiere hablar el alma.
Metáforas suspendidas
vuelan cual palomas blancas
hasta encontrar el fonema
de la rima que le aguarda.
Hipérbole, sinalefa,
hiatos y diptongos saltan
bailando sobre el poema
entre símiles y anáforas.
Cuarteto, copla y quintilla,
romance, silva y estancia,
soneto, décima y lira
brincan al son de una danza
con tercetos y sextillas
que lo adornan y lo ensalzan.
Y el poeta, cautivado,
sigue hilvanando palabras
de ese verso que no sale,
de esa rima que se atasca,
del sinónimo maldito
que no está cuando hace falta.
Él es la herencia sagrada,
es la traducción del alma,
del verso que libre vuela
en alas de la añoranza.
Sigue escribiendo, poeta,
no des a tu pluma pausa,
porque tú eres la bandera
que enarbola la esperanza...
¡Sigue escribiendo, poeta,
danzando con las palabras!
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