Me gusta perderme en el silencio
evocando cada estrella que nos une,
y desnudar la madrugada con tu nombre,
con la caricia imaginaria de tus manos
sobre mi piel dormida en apariencia
bajo el beso plateado de la luna.
Y dejarte dibujar el arco iris
crédulo, cual experto pintor
que desliza la brocha a su antojo
sobre el lienzo inmaculado,
sin dejarte sospechar siquiera
que cada tramo de caricia
estaba perfectamente diseñado.
Y que fueron mis manos
las que guiaron las tuyas
hasta perfilar el paisaje intransitado,
apenas sin rozarte,
para que nunca supieses
que ni siquiera dormía,
y que mi cuerpo te esperaba
desnudo en el silencio,
callado en el vacío,
casi mudo,
para no interrumpir tu inspiración.
evocando cada estrella que nos une,
y desnudar la madrugada con tu nombre,
con la caricia imaginaria de tus manos
sobre mi piel dormida en apariencia
bajo el beso plateado de la luna.
Y dejarte dibujar el arco iris
crédulo, cual experto pintor
que desliza la brocha a su antojo
sobre el lienzo inmaculado,
sin dejarte sospechar siquiera
que cada tramo de caricia
estaba perfectamente diseñado.
Y que fueron mis manos
las que guiaron las tuyas
hasta perfilar el paisaje intransitado,
apenas sin rozarte,
para que nunca supieses
que ni siquiera dormía,
y que mi cuerpo te esperaba
desnudo en el silencio,
callado en el vacío,
casi mudo,
para no interrumpir tu inspiración.
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