Lágrimas de amor
desdibujan en mi rostro horizontes eternos...
Lloro por ese tiempo que he compartido contigo
y que hoy yace varado en la memoria del ayer.
Por ese espacio en el que te he amado
desde el sentimiento puro y cristalino
bajo la cálida esencia de los besos.
Lloro por tu ausencia, por tu silencio,
pregonero implacable de tu apatía y desapego.
Lloro por las palabras de amor que pronunciaste
y por esas otras que...
perdido en el tiempo ya nunca pronunciarás.
Lloro por la distancia con que has delimitado tu horizonte
tan lejano del mío, y tan cercano...
por los besos robados y los que nunca nos dimos,
por los abrazos eternos
y por los otros.
Por los silencios, que,
como mendigos hambrientos
demandaban ansiosos un te quiero.
Lloro por ese presente amargo
que me inunda el calendario de tristeza,
por los días venideros,
por los amaneceres sin ti.
Y por ese angosto camino
que desamparada de tu esencia,
me aguarda en solitario.
Lloro por los hijos que nunca tuvimos,
por las sábanas blancas de azahares
que no nos atrevimos a desvirgar,
y por esas puestas de sol
que no compartiremos.
Lloro por los poemas escritos
y por esos otros que no verán la luz
porque dejaremos que el orgullo
asesine las palabras antes de expresarlas.
Lloro por ayer y por mañana,
cuando la carcoma del tiempo
haya hecho mella en nuestras vidas
y sea demasiado tarde
hasta para el recuerdo.
Por las noches de luna que me hablarán de ti
mientras batallo en silencio
entre la nostalgia y el olvido
hasta que el tiempo te otorgue por fin
un lugar sepultado en mi memoria.
¿Y aún me preguntas por qué lloro?...
Lloro por esos versos que escribiste
jugando con la rima de lo eterno.
desdibujan en mi rostro horizontes eternos...
Lloro por ese tiempo que he compartido contigo
y que hoy yace varado en la memoria del ayer.
Por ese espacio en el que te he amado
desde el sentimiento puro y cristalino
bajo la cálida esencia de los besos.
Lloro por tu ausencia, por tu silencio,
pregonero implacable de tu apatía y desapego.
Lloro por las palabras de amor que pronunciaste
y por esas otras que...
perdido en el tiempo ya nunca pronunciarás.
Lloro por la distancia con que has delimitado tu horizonte
tan lejano del mío, y tan cercano...
por los besos robados y los que nunca nos dimos,
por los abrazos eternos
y por los otros.
Por los silencios, que,
como mendigos hambrientos
demandaban ansiosos un te quiero.
Lloro por ese presente amargo
que me inunda el calendario de tristeza,
por los días venideros,
por los amaneceres sin ti.
Y por ese angosto camino
que desamparada de tu esencia,
me aguarda en solitario.
Lloro por los hijos que nunca tuvimos,
por las sábanas blancas de azahares
que no nos atrevimos a desvirgar,
y por esas puestas de sol
que no compartiremos.
Lloro por los poemas escritos
y por esos otros que no verán la luz
porque dejaremos que el orgullo
asesine las palabras antes de expresarlas.
Lloro por ayer y por mañana,
cuando la carcoma del tiempo
haya hecho mella en nuestras vidas
y sea demasiado tarde
hasta para el recuerdo.
Por las noches de luna que me hablarán de ti
mientras batallo en silencio
entre la nostalgia y el olvido
hasta que el tiempo te otorgue por fin
un lugar sepultado en mi memoria.
¿Y aún me preguntas por qué lloro?...
Lloro por esos versos que escribiste
jugando con la rima de lo eterno.
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