
sólo tú me entiendes,
recoges mis penas,
mis males comprendes…
Mi amigo callado,
mi fiel confidente,
guardián de secretos
y amores candentes.
Si sientes que un día
así, de repente,
se pierde mi letra
sucesivamente
y tras larga espera
me encuentras ausente,
escóndete pronto
cautelosamente
lejos del olfato
de los alcahuetes…
Custodia mis huellas,
recelosamente
y mantente oculto
guardado por siempre
donde no te hallen,
donde no me encuentren…

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