Cuando yo era muy pequeña
se me rompió una muñeca
y sentí que el fin del mundo
llamaba tras de mi puerta.
Vuelvo a sentir eso mismo,
al fin del mundo llamando,
y al igual que mi muñeca,
siento que me voy quebrando.
No estoy más triste que entonces,
ni veo el mundo más perverso…
Me preocupa que el juguete
ahora es de carne y hueso.
se me rompió una muñeca
y sentí que el fin del mundo
llamaba tras de mi puerta.
Vuelvo a sentir eso mismo,
al fin del mundo llamando,
y al igual que mi muñeca,
siento que me voy quebrando.
No estoy más triste que entonces,
ni veo el mundo más perverso…
Me preocupa que el juguete
ahora es de carne y hueso.
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